Acompañado de voluntad, podemos hacer
algunos recorridos cercanos al pueblo, a pie
o en bicicleta de montaña, como por ejemplo,
llegar a la Mina de La Zarza cogiendo la
antigua vía de Tharsis. Si dispones de
tiempo, desde la Zarza si cogemos la Corta,
donde sale un camino atravesando los
cerrejones que nos conduciría a la Mora,
otra mina cercana, el trayecto es largo pero
bonito.
En
la Zarza, podemos subir al mirador
de la Corta y visitar la mina por el sendero
de bajada.
Desde
perrunal al Cerro podemos coger el camino de
los burros hasta tamujoso, y después por la
carretera.
Para ir
a calañas no hay otro camino más que la
carretera, hay un dicho popular que dice
así:
"A
Calañas no me lleves/ porque es camino
perdió / porque vuelvo a venir/a por el
camino que he ido".
Una vez
en Calañas se puede subir al Morante, allá
se suele dar explicaciones de los antiguos
moradores y del funcionamiento de la mina.
La
Ruta del Andévalo ofrece al
visitante un recorrido de carácter más
cultural, pues el abanico de posibilidades;
paisajes, edificaciones, restaurantes y
alojamientos, lo debemos de realizar con un
poquito de más tiempo, pues incluye pueblos
enteros como Ríotinto, donde se puede
acceder a su museo minero y ferroviario,
Peña Grande, que ofrece un paisaje
impresionante y la oportunidad única de
conocer una mina desde sus propias entrañas.
La Corta Atalaya, una explotación minera a
cielo abierto más grande de Europa, y sin
duda, la más perfecta. En la aldea de La
Dehesa, junto a las explotaciones mineras,
se encuentra una necrópolis romana que data
del siglo II d. C., y atestigua el esplendor
que las minas sufrieron en aquella época.
Ruta de los Molinos.
A lo
largo del río Odiel, nos encontramos los
Molinos Harineros, que estas aguas han
movido a lo largo de cientos de años. Los
primero indicios sobre la utilización de
Molinos de Agua datan entorno al año 85 a C.
Al visitar el cauce del Río, desde Sotiel
Coronada hasta la Revuelta de la llave,
aguas arriba, nos encontramos con los
Molinos pertenecientes a la Villa de
Calañas. Citados de Norte a Sur
tenemos: “El
Molino de la llave”,
“El
Molino de las Viudas”,
“
El Molino de Santa María”,
“El
Molino del Batán”,
“Molino
El Señor”,
"La
Pasada”,
“Los
Nogales”. El
Molino de las Viudas tenía dos piedras, una
de las cuales la podemos encontrar a pocos
metros de éste en el exterior.
Esta industria artesanal
comenzó a eclipsarse a principios de siglo
con la construcción de la fábrica de harina
en Calañas en 1.926. Los últimos Molinos
funcionaron en los años 40, en la
clandestinidad de la noche, y a partir de
ahí fueron hacia sus ruinas, aunque hoy en
día, se sostiene su construcción y guardan
celosamente, entre arenas, las piedras de
moler. Dejando atrás el poblado minero de
Sotiel Coronada y siguiendo la carretera que
conduce a Calañas hay escorias antiguas y un
pinar que contiene muros y cimientos de
casas romanas.
La Torerera.
Dentro de su territorio se ha construido un
Complejo Turístico para que pueda utilizarse
como Turismo Rural, éste está situado junto
al Dique de La Torerera y todavía no está
abierto al público.
Dique El Riscoso.
Junto al Poblado de La Torerera construido
en 1.932 con 0,5 Hm3 de
capacidad.
Dique El Calabazar.
Embalse situado a unos 4 Km. de Sotiel
Coronada con una capacidad de 2.000.000m3.
Zona de pinares y de interés turístico con
acceso por carretera, se terminó en 1908.
Acueductos.
En el barranco del Picote, construidos para
el transporte de agua, están situados por la
zona de los Molinos.
Y para
finalizar, otros destinos a destacar del
Andévalo; Alosno, Cabezas Rubias, El
Almendro, El Granado, Paymogo, Puebla de
Guzmán, San Bartolomé de la Torre, Sanlucar
de Guadiana, Santa Bárbara, Valverde del
Camino, Villanueva de las Cruces y
Villanueva de los Castillejos, un conjunto
de pueblos blancos, donde podemos compartir
y disfrutar la aventura con la historia.