Mucha gente pueden decir que el paisaje de Perrunal sólo
esta sembrado de un gran dehesa de eucaliptos, en cambio yo,
he visto unos parajes naturales de hermosos pinos y
eucaliptos a la entrada de mi pueblo, rodeados de jaras,
retamas y tomillos, y oído el canto del cuco desde la rama
de un árbol y las golondrinas volando por su cielo azul. Por
el suelo he observado que viven todo tipo de animales que
pululan por los campos formando un perfecto equilibrio en
nuestro ecosistema. No sólo es mi voluntad la que me hace
apreciar esta maravilla desde lo alto de los pinos, no se si
se llamará sensibilidad, de cualquier forma, no es
literatura lo que expreso aquí, es realidad, y todo aquel
que se acerque a Perrunal podrá comprobarlo.
Contamos con un medio
natural sembrado por el hombre, el eucalipto es el árbol que
más predomina alrededor de nuestro pueblo, apreciando
grandes dehesas sembradas por éste árbol, mostrando todo su
esplendor y larga sombra por gran parte del condado del
Andévalo, con un clima totalmente mediterráneo. Las encinas
y los alcornoques también abundan por la zona, pues son muy
beneficioso para la cría de cochinos. La encina es el árbol
sagrado dedicado a Júpiter por los romanos, llega a alcanzar
hasta 1,50 metros de diámetro, 20 metros de altura y más de
800 años de antigüedad. Sus hojas son duras y dentadas,
persistiendo en las ramas durante tres años, por lo que
siempre conserva su verdor. La floración tiene lugar en los
meses de marzo y abril. Su fruto, la bellota, madura desde
finales de septiembre y diciembre.
Otra vegetación que
predomina son: los brezos, jaras, retamas y tomillos. Las
hojas y flores de la jara son muy pegajosas, y la resina de
la jara tiene aplicaciones terapéuticas. Al amparo de los
arroyos brotan retamas y adelfas. El paisaje montañoso
presenta picos de vegetación distinta según las variaciones
climáticas altitudinales, desde la base a la cima, se hallan
encinas, quejigos y, en las mayores alturas, prados.
En su caminar también
podemos encontrar, moreras, madroñeras, chumberas, olivos y
higueras, dada la riqueza de nuestra flora, y del clima tan
bueno que disfrutamos, no es de extrañar que encontremos
estos espacios naturales que sobresalen paisajística mente
por su belleza y por su aprovechamiento.
Así mismo, no podemos
olvidar tampoco la población faunística. En tan rico y
variado ecosistema, viven muchas especies como las densas
manadas de mamíferos como ciervos, jabalís, liebre y el
conejo. Conviene citar el lobo y el lince, casi
desaparecidas de la zona por el hombre. También nos puede
sorprender la presencia del ciervo, pese a hallarse muy
extendido por casi todos los continentes. La nutria, el
Meloncillo, la Jineta, Comadreja, Zorro, Tejan, Erizo, Rata
común de campo, y en menor medida el Gato Montés, también en
periodo de extinción.
En el grupo de las aves,
podemos destacar el Águila real que hace su nido en el
Morante, la Abubilla, Búho, Pardillo, Cernícalo, Garza,
Paloma bravía, la Perdiz, Codorniz, y un largo etc. Entre
los anfibios y reptiles, se halla el sapo portero ibérico,
el gallipato, la salamandra, el lagarto, la lagartija, y la
culebra.
Todo este entorno de
especial singularidad, supone un fuerte atractivo para el
turismo rural y ecológico, que podemos disfrutar a poca
distancia del Perrunal, y a pocos kilómetros de Huelva